El amor es como una plantita que siembras, que debes ir cultivando y va creciendo hasta que da frutos; pero no termina ahí, es un constante proceso de cuidado; vas tomando frutos, sigues cuidando, protegiendo y si no lo haces, si te descuidas, si te olvidas de esta planta ahora adulta, puedes llegar cuando sólo yacen las hojas secas y no hay remedio. En algunos casos, ves la planta erguida y en el fondo, está muerta.