La infelicidad produce sufrimiento, es la incapacidad que tiene una persona de ser feliz porque siente que algo le falta, que hay algo que no ha alcanzado, que hace falta algo que complemente su vida, que le otorgue sentido.    

Tristemente, muchas personas son infelices; más que por la ausencia de algo, por lo que ven que tienen otras personas o se imaginan que podrían tener. Algunos hábitos, les hacen sumergirse en estos sentimientos de dolor y tristeza; en las siguientes líneas te explicamos:

1.No agradecen. Y esto se debe a que no pueden ver lo bueno que tienen o reciben, entonces no habría nada que agradecer. Minimizan lo que tienen y le restan valor.

2. Viven en el pasado. Los recuerdos de lo que pudo ser y no fue, del lugar donde estarían ahora si…, no les permiten mirar hacia adelante y disfrutar de su presente.

3. No tienen metas. Alguna vez las tuvieron y no funcionó, ahora sienten que no hay nada por qué luchar, que lo que llegue (si tienen suerte) llegará, pero no se ilusionan y tampoco hacen grandes planes de vida. En algunos casos, las metas existen, pero son difíciles de alcanzar y distantes completamente de sus posibilidades, por lo que se agiganta el malestar y la desilusión.

4. Autocrítica. Suelen verse así mismos con una lupa, cuestionan sus propios pensamientos y acciones de manera rigurosa y dañina.

5. Incapacidad de admirar a otros. Lo que tienen los demás ha sido por buena suerte, malas acciones, por contar con personas que les han ayudado… etc., pero nunca reconocen que el éxito de otros puede deberse a sus propias capacidades, perseverancia y/o disciplina. Sienten envidia criticando y cuestionando los logros de los demás. A la vez, se hacen víctimas de las situaciones que han pasado para dar respuesta a cómo son ahora, buscando en todos sus tiempos las razones por las que las cosas “no les salen bien”, “no son sencillas” o le han acarreado “mala suerte”.

6. Se preocupan en lo que no pueden cambiar. Y aquí parece existir una fijación; algo que ocurrió en sus vidas y que lamentan con todas sus fuerzas, lo reviven constantemente pensando en cómo pudo haber sido evitado. Situaciones, vivencias, muchas experiencias pasan por sus mentes causándoles gran preocupación, a sabiendas de que es algo que no podrán cambiar.

En resumen, debemos estar pendientes de no tener estos hábitos que se convierten en características propias de las personas infelices; es maravilloso experimentar cada día esos momentos de alegría que nos hacen elegir ser felices por encima de las dificultades y obstáculos que se presentan.

La infelicidad no sólo nos hace daño a nosotros mismos, sino a quienes nos rodean, además de que está vinculado con problemas de salud y menor expectativa de vida. Si la infelicidad te causa angustia, estrés y no sabes cómo salir de ella, puedes ser víctima de la depresión, por lo tanto, no dudes en buscar ayuda psicológica para que alcances tu bienestar.

Sustituye los pensamientos negativos por positivos y verás que hay mucho que agradecer, mucho que dar y disfrutar.

Compartir: