Día 18

Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él. Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados”. Lucas 5:18-20

La fama de Jesús se había extendido, la gente ya sabía de su mensaje de amor y que sanaba a los enfermos, así que, aunque Jesús se retiraba a lugares solitarios y oraba, con mucha frecuencia estaba rodeado de grandes multitudes.

Imaginen este panorama: Llegan unos hombres con un hombre paralítico a quien llevaban en una camilla, sabían que Jesús estaba en un lugar cerrado, que había mucha gente y que no podían llegar a Él muy fácilmente; entonces se les ocurre ir al tejado, tuvieron que remover o romper para dar paso a la entrada del hombre y lo colocan delante de Jesús.

Si, tal vez tuvieron que romper o forzar una entrada de una propiedad privada porque tenían un enfoque: llevar a este hombre ante Jesús; tenían una grande fe, que si lo lograban él sería sano.

Estos hombres que ayudaron al paralítico cumplían con cuatro aspectos fundamentales que hicieron posible este acercamiento a Jesús: 1) eran sus amigos, 2) compartían su fe, 3) eran esforzados, 4) buscaron una solución. Todas estas condiciones los llevaron al éxito; que Jesús sanase a este hombre perdonándole sus pecados y como consecuencia, se levantase de la camilla y anduviera.

Como el paralítico, ¿tenemos amigos así? ¿nos rodean personas dispuestas a apoyarnos y motivarnos a estar cada día más cerca del Maestro? Cuando llega la tribulación (una multitud que no nos permite acercarnos) ¿somos creativos y buscamos una solución? ¿o buscamos excusas? Estos hombres pudieron haber pensado: “¡Vámonos, no podremos pasar”. Pero no fue así, ellos entendieron que ese era el momento. ¿Nosotros también somos esforzados? ¿Qué estamos dispuestos a hacer?

Cuando estamos delante del Señor suceden grandes cosas, cuando le buscamos en Espíritu y en verdad vemos su mano fuerte a nuestro favor. Hoy es un gran día para llenarnos de fe y actuar.

Mas para mí, estar cerca de Dios es mi bien; en Dios el Señor he puesto mi refugio, para contar todas tus obras”. Salmos 73: 28

Oremos por los amigos que nos ayudan a estar más cerca del Señor

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