Una decisión es una determinación, es la seguridad de que haremos una cosa. Puede generarnos mucho estrés y ansiedad el hecho de saber que tenemos una decisión importante pendiente y que no podemos tomarla porque no sabemos qué es mejor, tenemos miedo a tomar la decisión equivocada, a tener que asumir consecuencias desfavorables, a fracasar, a perder.

Diariamente, tomamos decisiones y en muchas ocasiones de manera inconsciente; desde situaciones tan sencillas como: “¿Qué comeré hoy? ¿Qué ropa me pondré para salir”, ¿Iré a visitar a mi amigo(a)?”; hasta algunas más complejas como: “¿Compraré ese coche? ¿Iniciaré ese negocio? ¿Seguiré con esta relación? ¿Despediré a este empleado? ¿Iré a vivir solo(a)?

Para las decisiones que no son de vida o muerte (el aquí y el ahora), las planeadas y que tienen el privilegio de contar con tu tiempo y tu calma para llevarse a cabo, hemos analizado 7 pasos a tomar en cuenta para tomar mejores decisiones:

  1. Definir la situación, ¿qué ocurre? Es aquí donde ves de manera general qué hay que decidir. Con calma, puedes escribir en una hoja en blanco y dejar que las ideas fluyan, procura estar en un lugar tranquilo, donde estés relajado(a).
  2. Analiza todas las opciones y/o alternativas. Haz un listado de estas opciones, todas deben guiarte y esclarecerte qué puede ser mejor; mayormente, una o dos resaltan a la vista, subráyalas como principales y sigue hacia adelante.
  3. ¿Esta decisión que tomarás, impacta a una u otras personas directamente? ¿Las impacta positiva o negativamente? Con semejante enunciado, abundar estaría de más; sólo tendrías que responder: ¿Si o no? ¿A quiénes? ¿De qué forma?
  4. La decisión que tomes debe ser a favor de tu bienestar. Aunque se lea que está demás, muchas veces en este punto hemos pensado en tomar una decisión que sabemos nos perjudicará a corto o largo plazo pero que en este momento entendemos es lo mejor; o tal vez, nos inclinamos a la voluntad de otras personas. Es TÚ decisión, debes de recordarlo siempre para así manejar, también efectivamente, las consecuencias.
  5. Escucha la experiencia de otros. Dependiendo de la decisión que necesites tomar, ayuda mucho escuchar la experiencia que otros han tenido; mayormente, las que implican una inversión económica como una compra, un negocio…
  6. Toma la decisión. Con los recursos que ya tienes, es el momento de hacer una revisión de todo y tomar la decisión. No sigas pensando: “A ver si ahora resulta que siempre me sale mal”; “¡Hasta para esto es necesaria toda una planeación!”; con ánimo, responsabilidad y actitud positiva, toma la decisión, después de todo, lo que hemos hecho ha sido para eso, ¿no? :p ¡Lánzate, vamos!
  7. Evalúa resultados. Ahora toca ver cómo va marchando todo. Igualmente de manera organizada, mira los aspectos que han resultado de tu decisión, sé flexible, si hay algo que no está funcionando y puedes cambiarlo, ajusta. Si va todo bien, permite que siga marchando sin olvidar que siempre puede mejorar, mantén el enfoque.

“El riesgo de una decisión incorrecta es preferible al terror de la indecisión”. Maimonides

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