Es cierto que en toda relación hay problemas, que se enfrentan crisis y que es necesario mucho amor, respeto, comunicación y consideración para hacer que funcione, para que exista cada día un motivo de estar juntos. ¿Pero qué pasa cuando se cruza esta estrecha línea y las peleas son el pan de cada día?

Estas 7 señales te ayudarán a saber si estás en una relación destructiva:

  1. Aislamiento de tu entorno. Dejas a un lado tu familia, tus amigos, te sientes mejor solo(a) y sumergido en tus pensamientos; tu pareja propicia o se agrada de que esto sea así.
  • No se consultan las decisiones. Parece ser, que se hace lo que dice tu pareja y listo. Te enteras de que saldrán de casa justo 10 minutos antes y a veces no sabes ni a dónde irán. No eres parte de las grandes ni pequeñas decisiones, te sientes como un cuadro en la pared esperando ser movido a otro clavo o simplemente guardado.
  • Controla la economía del hogar. Y también es el caso si no viven juntos; tu pareja controla los ingresos que tienes, te dice lo que se hará con ellos; es más de lo mismo, un freno de tu voluntad y decisión.
  • Hay violencia física y/o sexual. Te habla mal en público, no le importa decirte palabras feas y que todo el mundo escuche; nos podemos imaginar cómo es en privado… te obliga a mantener relaciones sexuales, te incita a hacer cosas que no quieres y además, en algunos casos, existe violencia física que se va agigantando con el tiempo.
  • Te ignora. Una famosa frase dice: “Lo contrario al amor no es el odio, es la indiferencia”. Entonces, pareciere que lo que dices no se escucha, no tienes voz, no es importante lo que expresas, tu esencia es menospreciada.
  • Has justificado sus actos. En tu mente, tienes una larga lista de “razones” por las que tu pareja actúa así. Justificas desde lo más mínimo hasta lo máximo, para cada situación tienes una respuesta que nunca es a tu favor.
  • La culpa. Y como si esto fuera poco, te responsabilizas por lo que ocurre. En tus hombros llevas la carga de tus pensamientos que indagan en tu forma de ser, y además, todas las posibles cosas que te hacen merecer esto o que no pasarían si fueses diferente.

¿Cómo salir de una relación destructiva?

Sin importar las razones que te llevaron a mantener una relación destructiva: baja autoestima, temor a la soledad, dependencia emocional y/o económica, miedo a la crítica o al fracaso en tu relación, en caso de que tengas hijos: temor a la reacción de tus hijos y su porvenir, desesperanza… Cualquiera que fuere el motivo, es el momento de votar por ti.

Veamos 5 pasos para salir de una relación dañina:

  1. Cambio. Reconoce que necesitas un cambio, que no eres feliz. Tu pareja no está cumpliendo con los roles de cuidado, amor, respeto y comunicación que debe existir en una sana relación. Has decidido quererte, iniciando con un cambio para tu vida.
  • Enfrenta. Es el momento de hablar con tu pareja, de comunicarle la decisión que has tomado y que llevarás a cabo de inmediato. Es importante que antes de hacer este paso, analices el estado de la relación. Algunas personas que han sufrido maltrato físico, prefieren dejar una nota y huir, otras prefieren confrontar y cerrar ese capítulo, cada relación es diferente y debes hacerlo como consideres te afectará menos; también influye de manera directa si hay hijos o no, por eso es necesario pensarlo con detenimiento. Habla con alguien de confianza que sirva de apoyo (antes, durante y después) sé firme en tu decisión y abandona; Tal vez estés pensando: «Pero yo no quiero dejarlo(a), lo que quiero es que cambie»; te decimos que, en este punto, debes tomar la decisión de apartarte y darte cuenta de que esto te está destruyendo; así que, tú debes amarte más.
  • Ruptura. Será necesario que tomes distancia de esta relación, que cortes todo lazo y marques límites. Sabemos que no es sencillo, que posiblemente hay amenazas y manipulaciones como: “no puedo vivir sin ti”, “volverás en una semana”, “tú no lo puedes hacer”, … Lo que no puedes hacer es seguir permitiendo que tu autoestima sea destruida, seguir viviendo una vida de amargura e infelicidad.
  • Busca apoyo. Personas positivas a tu alrededor que te ayuden a mantenerte firme en tu decisión. Si te habías distanciado de tu familia, vuelve a ellos. Busca ayuda psicológica.
  • Recupera tu autoestima. Es tiempo de recuperar tu vida, tu confianza en ti como persona. Retoma las actividades que te gustaba hacer y que no hacías por el control de tu pareja, enfócate en ti, en tu bienestar, en ser feliz.

Y recuerda esta bonita y verdadera frase:

«El amor propio es la fuente de todos los amores». Pierre Corneille

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