El amor es como una plantita que siembras, que debes ir cultivando y va creciendo hasta que da frutos; pero no termina ahí, es un constante proceso de cuidado; vas tomando frutos, sigues cuidando, protegiendo y si no lo haces, si te descuidas, si te olvidas de esta planta ahora adulta, puedes llegar cuando sólo yacen las hojas secas y no hay remedio. En algunos casos, ves la planta erguida y en el fondo, está muerta.

Veamos 8 hábitos para mantener este amor vivo y frondoso:

  1. El beso de “buenos días”. No puede faltar, aunque tu pareja esté dormida, es el inicio que marca el compromiso del día, les recuerda la razón por la que están juntos, por lo que hay que luchar.
  2. Nunca dejan de sorprenderse. Un día te encuentras con una nota en el espejo que dice: “Te quiero” (palabras de valoración), un detalle sobre la cama porque todos los días son especiales para ustedes, un desayuno; cualquier cosa que impresione a tu pareja y le recuerde que estás continuamente en sus pensamientos.
  3. No intentan cambiarse. Y es que comprenden que son diferentes; pero que esto es rico, que les complementa, que mantiene un equilibrio en la relación.
  4. Comparten alguna afición: Les encanta leer y comparten libros, ambos tienen un gran interés por la música o algún deporte. Identificar qué les apasiona hacer y encontrar algo que juntos puedan compartir y produzca alegría.  
  5. Comunicación. No dejan de expresar lo que les hace sentir bien o mal, entienden que donde no hay comunicación no puede existir amor, buscan un tiempo para hablar especialmente de ellos, repasar sus objetivos o simplemente escucharse.
  6. Piden perdón. Para que los débiles vientos no se conviertan luego en un torbellino incapaz de detener. Pedir perdón es fundamental para entender que fallamos, pero que notamos que lo hicimos mal y hay arrepentimiento.
  7. Hay respeto. Por más enojados que estén en algún momento, nunca se hieren con palabras que pueden producir una herida difícil de sanar. Cuidan lo que dicen, lo que hacen; entienden que deben considerarse el uno al otro.
  8. Hacen cosas sin su pareja. Así es, desconectan para luego volver a conectar. Surgen momentos para extrañarse, para analizar cosas personales, para compartir con los amigos… Es necesario tener este espacio para desarrollarse como individuo, expresar su personalidad y para una mejor salud emocional.

¿Y tú? ¿Realizas alguno de estos hábitos? 🙂

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