Estamos de acuerdo en algo, las personas quieren ser felices; sea con hábitos saludables o no, buscan serlo, lo persiguen, lo añoran… lamentablemente, encontramos muchos falsos consejos para lograrlo, principalmente porque hemos perdido el concepto de qué es ser feliz; es algo complejo y se podría decir que cada persona construye su definición de acuerdo a lo que más desea.

Lo que bien es cierto, es que hay una definición popular que define la felicidad como: «estar bien», «tener calidad de vida» y otras definiciones que buscan profundizar más en aquello que se busca, siendo la felicidad un estado emocional, de bienestar, que se construye día a día. Partiendo de esto, quedan eliminadas aquellas sugerencias que encontramos diciendo en voz alta: ¡Viaja, haz una carrera universitaria, cásate, consigue el trabajo de tu vida, logra una buena posición económica…» No, no, no… Es cierto que estas cosas dan satisfacción, pero estamos hablando de lo que podemos hacer día a día. Veamos 7 pasos que pueden darnos ese impulso hacia la felicidad:

  1. Despertar cada día con una ilusión, con una elección, con una declaración de que ese día eliges ser más feliz que ayer. Parece simple pero no lo es, es la introducción del día, el arranque, lo que determina tu enfoque, es algo que debes pronunciar, las palabras tienen poder cuando las decimos, pueden edificar como pueden destruir, que tus palabras cada mañana sean para dar un voto a tu favor.
  2. Perdona a alguien que te falló, que te hizo daño; recuerda que todos en algún momento hacemos mal. Esto es muy importante porque nos humaniza, nos hace sensibles; siempre tenemos en mente a alguien que nos hirió, nos traicionó o simplemente no estuvo cuando le necesitábamos… lo sé, perdonar no es una tarea fácil, pero tampoco es imposible, (en otro post te estaré compartiendo 7 pasos para perdonar) el eje aquí es que necesitas dejar ir, romper con el rencor que puede existir en tu corazón y del que te vuelves prisionero(a), sólo así podrás experimentar la libertad, propia de las personas que cada día buscan ser felices.
  3. Admira la belleza de algo (del mar, una flor, un amanecer, una persona importante…) admirar es la clave. Poner tus ojos en los pequeños detalles, las cosas bonitas de la vida, no esperes un domingo para dejarte atraer por lo pequeño y a la vez, tan grande que te ofrece la naturaleza, la vida. Admirar las demás cosas, admirar a las personas, dejarte asombrar. Créeme que esto hará que te admires cada día más y, que en el espejo de tu esencia, puedas descubrir tu propia belleza.
  4. Ayuda a una persona (un enfermo, un indigente, alguien que necesite un consejo…) Y es que la popular frase: «Quien no vive para servir, no sirve para vivir» no es popular porque se lea bonito, lo es porque acoge una gran verdad. Cuando ayudas a alguien te enriqueces, es como si recibieses una energía que hace que el ambiente cambie. ¿Te ha pasado? Vas caminando por la calle y ves a ese hombre tirado en el suelo, sentado en pliegues de cartón con su cabeza agachada y la mano extendida, sacas algo de tu bolsillo cuando lo ves a lo lejos y caminas apresurado(a) diciendo: «tenga», ves que el hombre levanta lentamente su cabeza y simplemente sonríe o te dice: «gracias», y ese gesto te hace sentir bien y pensar en esto mientras caminas por la acera. ¿Por qué no buscar esa sensación todos los días?
  5. Realiza una actividad física. Es algo que también produce mucha satisfacción y que debes intentar, ya que actúa en tu salud no sólo física sino emocional. O dime que no te quedas mirando a las personas que corren o van en bici y piensas: «¡Qué guay se ve!» ¡No! ¡Prueba lo que se siente que verás es aún más guay! 🙂 Que el tiempo no sea excusa, recuerda tu enfoque y venga el movimiento.
  6. Llama a alguien importante para ti, aunque sea sólo para preguntar: «¿Cómo estas?» Ok, creo que no es necesario decirlo pero venga nota aclaratoria, no es un mensaje en WhatsApp, tampoco una nota de voz, ¡es una llamada! Si, de esas que hacíamos hace unos años y que daban tan buenos resultados (en otro post les estaré compartiendo el tema: «Tecnologías, cáncer y avance») lo bueno de las llamadas es que importantizan a quien las recibe (y hoy en día sí que es un tremendo regalo) y además, es un tiempo que tomas para ti, para escuchar a un ser querido. He escuchado de muchísimas personas que con alegría pudieron decir: «Estoy contenta porque justo ayer la llamé», sé que te imaginas bajo qué circunstancias fueron estas expresiones… Hoy, ¿Te animas a hacer esa llamada?
  7. Disfruta de algo que te guste hacer (comer un helado, escuchar música, leer un libro, tumbarte en el sofá 30 minutos…) Es decir, ¡si! algo que te guste porque sí, porque te hace sentir bien, porque sonríes cuando lo haces, porque es tu tiempo, es tu momento de relajación, te apetece, lo mereces. 🙂

No olvides que cada día trae su propio afán, cada día es una oportunidad para ser felices y cada día es necesario buscar motivos para sonreír, búscalos, ¡los encontrarás! 😉

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