Gracias, en parte, a la recomendación de la Asociación Americana de Cardiología de que las personas con riesgo elevado de enfermedad coronaria debían consultar a sus médicos acerca de los suplementos de ácidos grasos omega-3, los suplementos de aceite de pescado se han convertido en una industria multimillonaria. Ahora consumimos más de cien mil toneladas de aceite de pescado al año. ¡Increíble, pero cierto!