Imagina que atraviesas un parque con extrema rapidez, tienes que ir por tu coche que lo dejaste a una cuadra, vas corriendo, se te hizo tarde para llegar al trabajo, tenías una reunión, no has comido, ha sido un día duro… de repente te encuentras con tu pequeño “yo”, ¡sí! tenías unos 7 años y no pensabas en lo que ibas a comer o vestir, sólo vivías intensamente el día a día. ¿Qué hace sentado en ese banco?