Si te gustan las naranjas, esto te va a encantar: la ingesta de cítricos se ha asociado a una reducción del riesgo de sufrir un ictus. Es muy posible que la clave resida en un fitonutriente de los cítricos, la hesperidina, que, al parecer, aumenta el flujo sanguíneo en todo el cuerpo, inclusive en el cerebro.