Día 23
Cuenta una historia que un príncipe llamó a la corte a un comerciante de caballos que llevó dos magníficos corceles y los ofreció en venta. Ambos animales eran semejantes: jóvenes, robustos y de buena constitución. Pero el comerciante pedía por uno de ellos el doble de lo que pedía por el otro. El príncipe llamó a sus cortesanos y les dijo:
— Le regalaré estos magníficos potros al que pueda explicarme por qué uno de ellos vale lo doble que el otro.